Evita
que continúe el proceso de fragmentación de tu cristal parabrisas; mejor restablece
su fuerza estructural y evita un mayor deterioro, ya que el
parabrisas aporta más del 30% de la
fuerza estructural en caso de volcaduras o colisiones. Sobre todo, mejora la percepción
visual del exterior al disminuir la “atracción” visual que el daño suele
generar en el conductor.